Viernes 6 de Junio

Viernes 6 de Junio, último día de nuestro viaje.

Hoy nuestro despertar fue más pesado, en realidad no nos despertábamos nadie y gracias a Carmen, que nos tuvo que llamar varias veces, pudimos iniciar el día dentro de hora. Algunos habían hecho la maleta por la noche, otros la prepararon por la mañana y otros, la verdad hay que decirlo, ni por la noche ni por la mañana, aunque todos consiguieron cerrar sus maletas. Luego vino el jaleo de las habitaciones, pues nos cedían algunas para podernos duchar después de la playa, pero nuestros números no coincidían con los nº de la señora de la limpieza. Por fin metimos todas las maletas de los chicos en la habitación 308 y las de las chicas en la 301.

Tras desayunar nos fuimos a la cueva del pirata Dragut, que realmente existió, que era turco y que asaltó Cullera allá por el siglo XVI. La cueva ha sido utilizada para poner un museo de la piratería y además tuvimos la oportunidad de compartir una tormenta marina con niños de una escuela infantil, de dos o tres años, vestidos todos de piratas.

Una de las pocas fotos que pudimos hacer dentro de la cueva. Tras Guillermo y Marius, al fondo, unas escaleras llevaban la cueva casi hasta el nivel del mar.

Uno de los pocos sitios que hemos encontrado con unos precios asequibles.

Después de comprar algún recuerdo (tanto en La Ciudad de las Artes como en Terra Mítica con unos precios abusivos) en la tienda de la cueva o en una tienda justo enfrente del hotel nos fuimos a la playa.

Primeros contactos con el agua y primeros hallazgos.

Aunque el día estaba medio nublado y con calima, la temperatura invitaba al baño ...

La primera medusa

La tribu (dicho con buena intención) acompaña con alegría el éxito de los pescadores

que llevan la pieza hasta la playa para admiración de todos.

y a la pesca, caza y captura de cualquier bicho viviente o, afortunadamente no tan viviente, consiguiendo un botín de dos medusas (muertas) y como ellos dijeron una "mantaraya" que, también afortunadamente, resultó no serlo, y a la que después dieron libertad.

El animal no sabía donde meterse.

Y hubiera supuesto una buena ración.

Pero una vez conseguido el trofeo fotográfico el animalito fue puesto en libertad, volviendo a su entorno.

Mientras otros practicaban deportes de playa, construían castillos o tomaban el medio sol tendidos sobre la arena.

Después nos replegamos todos los chicos para ducharnos en las habitaciones que nos habían dejado, utilizando las toallas de cada habitación que habían sido numeradas previamente. Así se nos echó la hora de la comida con un buen plato de embutidos y queso y una esplendida paella como saben hacer en esta tierra.

Y ya sólo nos quedaba montarnos en el autobús, poner la película "Ocho apellidos vascos", quedarnos algunos dormidos y hacer el viaje de vuelta a casa. Tras la película música disco con Javito (el chofer) de DJ y con Carmen y Javichi (los profes) haciendo de gogós, para hacer un viaje más ameno y entretenido.

Nueva coincidencia en el área de descanso con los amigos y amigas del Juan Bosco y despedida y entrega de un recuerdo emotivo a Javier el conductor, justo antes del reencuentro con las familias. De nuevo estamos en Cadalso y lo hemos pasado fenomenal.

En fechas posteriores publicaremos otros contenidos y otras fotos relacionadas con este viaje. Un saludo a todos. Javier.